A Nueva York se empieza a venir desde que se abre la primera ventana al mundo, a la televisión, al cine, a los libros. Y cuando vas de verdad, tienes tantos recuerdos ocultos, latentes, y perfectamente vívidos, que sientes que hay trozos de tu vida desperdigados por casi todos sus barrios: Soho, Village, Tribeca, o Harlem. Porque has estado mil veces, en un viaje que empieza con los muppets de Barrio Sésamo, y atraviesa las pelis de Scorsese, o las canciones y los conciertos de Paul Simon en Central Park, y Woody Allen, y Paul Auster, y partidos de la NBA en el Madison Square Garden. ¡Es todo tan familiar que podría haberme quedado en Madrid! Aquí dejo una foto en el Subway. El color no lo pone la máquina. Acaso el obturador de nuestra mente. Kodachrome es una bella melodía.
martes, 18 de agosto de 2009
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2 comentarios:
Mi envidia es insana. Otro más que ha pisado NY!!! Aghhhhh!!!!
Vente! Este viaje vale por muchos.
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