sábado, 30 de junio de 2007

Europeos

El Tiempo de silencio de Martín Santos, la Nada de Sartre, fueron susituidos, a principios de los 80, por la Era del Vacío de Gilles Lipovetzsky, por la vida líquida de Zygmunt Baumann, por la identidad nómada de Gilles Deleuze.

Del nihilismo, del hambre de derrota, hemos pasado a la indiferencia, al personalismo, al narcisismo consumista, al culto al cuerpo, a la desafiante tecnología del yo, al languidecimiento hedonista de las ideologías. El culto de sí mismo es todo el sistema social posible: vivir sin conciencia del todo, sólo en la parte; consumir creencias a la carta; alimentar el cuerpo, que ya forma parte del ego. Repliegue hacia la intimidad: conquistar lo público desde lo íntimo.

El capitalismo ha producido en serie nuestra libertad, ha taylorizado nuestros orgasmos, y el consumo nos ha redimismo, porque nos ha convertido no sólo en consumidores, sino en objetos de consumo. Consumo, por tanto, total.

Escribo estas líneas cerca de Chueca, donde estos días se celebra el Europride. Miles, acaso cientos de miles de cuerpos insertados en la entropía de los flujos del placer, un caos libidinal en el que nos convertimos en máquinas de guerra. Será una demostración al mundo de las posibilidades de la globalización: llegan aviones con cuerpos dispuestos a medirse, follar, ser follados, consumir, ser consumidos.

Europa tiene nuevas fronteras: son de látex y se llaman profilácticos (lo hay de diversas marcas).

Europa tiene nuevas regiones: bi/homo/hetero Doxas.

Europa es una conexión íntima, un contrato de placer al margen de los Estados. Que tomen nota Sarko y Merkel. Se disolvieron las aduanas. Las disolvimos nosotros con la irrefrenable tendencia a querer estar juntos, sin más interés que el de estar muy juntos. En las calles de Madrid, estos días, hay una refundación de la Unión Europea en el espacio de los cuerpos del deseo.

U2 lo vio hace años... Zooropa...

miércoles, 27 de junio de 2007

El bufón y la corte

Ver contigo es Vértigo.

Y dicho esto, hoy narraré lo que hace unos meses me sucedió en Madrid. Andaba yo con Syal en tratos por aquellos entonces (del que surgió una floreciente amistad actual), y el guapo mozo me invitó a una mari-fiesta de cumpleaños en una caseta de campo en mitad de las M-30, 40, 50 y demás especies autóctonas. Syal pinchaba. Yo bailaba. Y entre el bullicio, conocí a un tipo de mediana edad -treinta y muchos o cuarenta y pocos-, ataviado como Jaimito (zapatos de charol, chaleco y camisa de rombos) con algunos aires de arlequín y que, para más inri, se autoproclamó seguidor de las Baccara -ese patético honor superficial siempre fue mío.

Al poco de la conversación, nos confesamos que somos periodistas. Él de un panfleto eclesial llamado http://www.libertaddigital.com/ que dirige Jiménez Losantos. Yo, de los ámbitos de la izquierda. Él, que aparentemente había querido seducirme mientras Syal pinchaba -más atento a la música que a mí, todo hay que decirlo-, se contrarió y en un ataque de binarismo intelectual me comparó con... ¿Pedro Zerolo?

Luego, meses después, este especimen publicó en su púlpito digital una crónica de aquella noche con palabras muy poco decorosas acerca de Syal y de mí, calificándonos de algo así como cursis representantes clónicos de la España gay-progre de Zapatero.

Hoy, aunque no me vaya a leer, he decidido perpetrar una pequeña venganza.

Si volviera a verlo, le haría notar una pequeña diferencia entre él y yo.

A él, sus compañeros de trabajo de púlpito, lo aceptan.

A mí, me aceptan y me respetan.

Sus compañeros -que serán padres de familia rectos y respetables- estarán encantados de tener en la redacción a un marica estridente que les cuenta sus peripecias nocturnas, y les ameniza con su socarronería desvergonzada, ocurrente y chistosa. Están encantados de creerse tolerantes a su lado y a buen seguro reirán compasivamente las tristes desventuras de un mari-con (de con-servador) que recomienda exposiciones y alguna obra de teatro burguesa ma non troppo. Pero jamás querrían un hijo como él en casa. Y él, pobre arlequín de la noche, lo sabe.

Porque la diferencia entre su corte y la mía, es que la mía, que tiene todos los defectos del mundo -y alguno más- no exige a nadie que desempeñe el papel de bufón para ser aceptado.

Él, que se ríe de la ministra Carmen Calvo -y ahí hay un punto de razonabilidad-, no sabe que él en su periódico es el equivalente a la cordobesa en el Ejecutivo.

Para los suyos, este periodista de libertaddigital no pasa de ser un simpático bufón.

Para mí, no pasa de ser uno de los suyos. Uno más.


martes, 26 de junio de 2007

Motivos para escribir un blog

1.- Tener tiempo .
2.- Tener un ordenador y una habitación -sola si puede ser-.
3.- Querer leer un comentario imposible, acaso una correa de transmisión sin hebillas.
4.- Buscar un rincón impune para tu anarquía, tu desorden, tus cenizas, tus improbables probabilidades.
5.- Escribir sin notario.
6.- Masticar las fronteras, rasgar los biombos, digerir la brújula, trocear el mapa, desmontar el timón.
7.- Prevenir fracasos.
8.- Dialogar con sombras.
9.- Restarle secretos al sumario.
10.- Dividir la ausencia... tal vez por dos.

PD: Hay un motivo más. Estar entre los cinco Thinking blogger award seleccionados de un blog que me gusta mucho.

sábado, 23 de junio de 2007

El vagabundo

Salí a caminar por calles pavimentadas con oro. Levanté aquellos adoquines, y vi la piel y los huesos de una ciudad sin alma. Salí a caminar bajo un cielo atómico, desprovisto de suelo y con una lluvia que quemaba como las lágrimas cuando te digo adiós.

Era un vagabundo.

Salí sin nada, no tenía nada, nada salvo tú en mi pensamiento.

Caminé a la deriva, por capitales de hojalata, donde los hombres no pueden caminar ni hablar en libertad.

Salí sin nada, sólo tenía la esperanza de encontrarte allí.

Era un vagabundo.

Vagabundo como la voz de estaño de Johnny Cash cuando susurra su desesperación, y también su esperanza.

Hace años, algunos años ya, esta canción era un himno en mi pandilla de colegas del instituto. Sin comprenderla muy bien, sentíamos que encerraba los misterios de la adolescencia, la poética búsqueda errática de la felicidad y el amor, el reverso rebelde frente al mundo. En la voz de Johnny Cash vibraba para nosotros esa terca masculinidad desesperada con la cual tanto nos identificábamos. Hoy recordé la canción.

martes, 19 de junio de 2007

Nuestro amor era más grande...

... que el amor de los mayores... Nuestra televisión, también lo fue.


lunes, 18 de junio de 2007

Han caído los dos

El viernes por la noche hubo una estadística extraña. La gata, el poeta, mi capitán, B, los periodistas y yo tomamos copas hasta altas horas en el bar Emily entregados a una conversación dodecafónica (y afónica). La ecuación combinaba términos improbables, como la derecha y la izquierda, la madurez y la adolescencia, el dry martini y el ron cola. Pero en los dos cruces que se trazaban había algo de caída irresistible, de abnegado cataclismo. Cuando el álgebra del deseo se pone en marcha, se suman guarismos de series numéricas impensables.

Ahí va la canción que resumía aquellas extrañas fórmulas matemáticas. Of course, Auserón.

¿Hemos caído los dos? ¿Los cuatro?


Han caído los dos cual soldados fulminados al suelo.
Y ahora están atrapados los dos en la misma prisión.
Vigilados por el ojo incansable del deseo voraz.
Sometidos a una insoportable tensión de silencio.

Han caído los dos bajo el punto de vista exclusivo.
Iniciando una guerra en que nadie pudo vencer jamás.
Ella sabe lo que el hombre espera sin haberlo aprendido.
Y él encuentra sentido al enigma que no le dejaba existir.

Antes eran dos barcos sin rumbo, hoy son dos marionetas que van.
Persiguiendo una luz cegadora por la línea del tiempo.

Han caído los dos en la boca de un dios tenebroso.
Que sonríe mostrando sus dientes de acero.

viernes, 15 de junio de 2007

El año que vivimos peligrosamente

La escena tiene lugar en Yakarta. M. Gibson y S. Weaver huyen de un tiroteo en pleno golpe de Estado contra Suhartu. MG es un periodista australiano. SW la hija del embajador británico. Chico conoce chica... y en un tiroteo, en el coche, huyendo entre llamas y disparos, en medio de la noche, se besan. Con esta música de Vangelis:



A veces pienso que el amor, o es así, o es como en Lo que queda del día. Un artefacto producido por la literatura, por el cine. Sólo así. Artificial, pero operante. Y me resulta difícil hallar los caminos intermedios. He consumido tanto el producto que he terminado por creérmelo. Por eso creo cada día más que no existe.

jueves, 7 de junio de 2007

Proceso administrativo para pagar 50 euros

En la Diputación, a un invitado a una ponencia, tenemos que abonarle 50 euros de dieta. Los trámites para que esa persona reciba este importe son los siguientes:

PRIMER PASO: El funcionario 1 redacta una Nota Interior justificando las dietas.

SEGUNDO PASO: El director de área recibe la Nota Interior y la rehace y se la pasa la Jefa de Administración.

TERCER PASO: La Jefa de Administración del área recibe la Nota Interior rehecha por el Director de Área, la aprueba y se la pasa a la Directora Jurídica.

CUARTO PASO: La Directora Jurídica recibe la Nota Interior y redacta una Nota Decreto para que la Diputada del Área autorice el pago, y se lo entrega al ordenanza.

QUINTO PASO: El ordenanza busca a la diputada por la provincia y le entrega la Nota Decreto.

SEXTO PASO: La diputada firma la Nota Decreto y se la da al ordenanza.

SÉPTIMO PASO: El ordenanza entrega la Nota Decreto al Director de Personal de la Diputación, éste lo autoriza y se lo entrega a Intervención para comprobar si hay dinero.

OCTAVO PASO: Intervención recibe la Nota Decreto, comprueba que hay dinero y autoriza la petición de pago.

NOVENO PASO: El funcionario 1, sabedor de que puede pedir el dinero, elabora una nueva Nota Interior solicitando el abono de dicho importe, y le entrega, de nuevo, este documento al Director del Área. Repetimos proceso.

DÉCIMO PASO: El Director del Área recibe la nueva Nota Interior y de ahí a la Jefa de Administración.

UNDÉCIMO PASO: La Jefa de Administración recibe la nueva Nota Interior y se la pasa, de nuevo, a la directora Jurídica.

DUODÉCIMO PASO: La Directora Jurídica la eleva al Director de Personal.

DÉCIMOTERCER PASO: De Personal, a Intervención, que autoriza el pago.

DÉCIMOCUARTO PASO: De Intervención, a Tesorería, que aporta el dinero.

DÉCIMOQUINTO PASO: De Tesorería, a Personal para que lo ingrese en nómina.

Teniendo en cuenta los sueldos de los funcionarios implicados en el pago de estos 50 €, el papel usado, la gasolina y demás recursos consumidos, el coste de abonar dicha factura es de unos 200 euros.

Conclusión: Pagar 50 Euros le cuesta a la Diputación 4 veces más.

martes, 5 de junio de 2007

Fin de semana en Barcelona

El primer fin de semana después de la batalla debía pasarse en una ciudad amiga y amable. Una ciudad sin derrota. Esa ciudad era Barcelona.

En Barcelona el metro abre todo la noche durante el fin de semana, con lo cual salir y volver a casa es un paseo. En Barcelona se da la extraña circunstancia de que las aceras son de varios metros, y no hay una zanja o un túnel por calle como en Madrid, con lo que pasear es posible. Y sobre todo, en Barcelona el PP no ganará nunca las elecciones, lo cual proporciona una extraña sensación de tranquilidad europea, como si estuvieses en una ciudad relajada y ajena a la crispación, sin discursos bíblicos sobre la unidad o la ruptura del país, la entrega de la voluntad a ETA y no sé cuántas desgracias más.

Una de las reglas que, efectivamente, deben cumplirse a la hora de salir por la noche es no hacerse acompañar de alguien más guapo que tú. O mejor dicho, de alguien especialmente guapo. Esa regla me la salté el viernes y salí con M, que fue el espectáculo de la noche barcelonesa. No sé cómo se debe sentir una persona cuando le entran en todos los locales a los que vas, pero, desgraciadamente, sí sé cómo se siente el que lo acompaña: FATAL. Bueno, en realidad yo también ligué algo, pero en una proporción que no me termina de convencer. En cualquier caso, el viernes de llegada a Barcelona fue divertidísimo, de bar en bar hasta terminar en un mauseleo de la música petarda llamado "Arena Classic", una versión mariliendre del G.A.Y. londinense. Hacia el final de la noche, nuestra forma de andar, de hablar y de bailar me recordaba a aquella canción de los Inhumanos que decía "...si tomo una cerveza más... si tomo una cerveza... al suelo me voy a caer...".

El sábado redimimos nuestro exceso etílico con una larga estancia en la librería Laia, en Pau Claris, con café incluido después de haber machacado la visa comprando libros imposibles. Y después, vuelta a las Ramblas comprando ropa. M y su compañera de piso, también M, hacen un dueto genial en la barcelona del Eixample: modernos, sencillos y con una gata que duerme todo el rato. M2 es lesbiana y su novia casi vive allí. M1 -mi amigo- ha aprendido a controlar sus hormonas entre tanto derroche de estrógenos.

Por la tarde quedé con A. Otro catalán: tranquilo, pausado, de conversación viva y polícroma, capaz de cambiar de rol, de papel, de discurso. Fue un gustazo incorporar a mi cartera de amigos un valor tan cotizado.

Y luego estuvo el sábado noche: el Razzmatazz. Con su locura post-adolescente, con su riesgo a toda calle, con su frenesí de estilos y tendencias. M1 y yo caímos rendidos pronto, y la vuelta a casa fue larga, dura y difícil.

El domingo: comiendo en el Poble Sec, en un antro de diseño con un buen menú. M2 y su novia, L, mantienen una entretenida conversación con M y yo sobre el amor, los derechos y el futuro. ¿Niños sí o no? ¿Adopción? ¿Matrimonio? Para todos los gustos.

Ese mismo domingo pude comprobar mi fuerza real en la noche barcelonsa, ya sin la sombra de M1. Y no me fue mal. Pero esa historia pertenece a la globalización de los flujos del deseo. Sin sede en Barcelona.

Y aterrizamos, por fin, en Málaga y en este blog.