Creo que "hemos quedado como amigos" es una de las frases que más he repetido en los últimos 4 años. Cuando, después de escarmuzas, proyectos abortados sobre la marcha, indefiniciones pasajeras y frustraciones inesperadas, una empieza a pensar que Soltero es su segundo apellido, lo que peor lleva, al menos lo que peor llevo yo, es ese estado de examen permanente al que nos sometemos. Me decía alguien que conocí hace poco que las citas por Internet son como una entrevista de trabajo. ¡Qué razón tiene! ¡Y qué sentido, más allá de lo cómico, le encuentro ahora a "Sueños de un seductor", de Woody Allen!
Lo jodido es que la seducción permanente no es, ni de lejos, glamurosa ni divertida. Lo que es, es muy cara. Implica gasto en gimnasio, cremas, peelings y limpiezas de cutis, renovación de vestuario, y estar al día de la agenda cultural. Una pasta para... ¿qué? La pareja es un proyecto económico.
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2 comentarios:
Si alguna vez invadieran el planeta, con mostrarle cualquier peli de Woody les sería más que suficiente para hacerles comprender el intringulis humano.
Desde luego, especialmente en Sueños de un seductor y "Todo lo que usted quiso saber sobre sexo y nunca se atrevió a preguntar"...
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