viernes, 4 de diciembre de 2009

Extraña alegría

"Así los dioses, para hacernos perceptible lo espiritual se sirven a veces de la línea, el ritmo y el color de la juventud humana, de esa juventud nimbada por los mismos dioses para servir de recuerdo y evocación, con todo el brillo de su belleza, de un modo que su visión nos abrasa de dolor y esperanza." Thomas Mann. Muerte en Venecia.

"Casarse por segunda vez es el triunfo de la esperanza sobre la experiencia". Sammuel Johnson.

¿Cuántas veces he librado yo esa batalla entre esperanza y experiencia? ¿Con qué resultados? El problema es que, a medida que la experiencia mayor, la esperanza lo tiene más difícil.

Pero puede abrirse paso, y como hoy hay sólidos motivos para el optimismo, lo celebro. Y me voy Valencia en unas horas. Y Spandau Ballet vuelve y darán un concierto en Madrid, en marzo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Las sorpresas (y la esperanza) aparecen cuando menos se lo espera uno.

Megakarlos

Anónimo dijo...

¿Y cómo se libra la batalla entre la esperanza y la experiencia?

Anónimo dijo...

No hay tal batalla, simplemente hay momentos en los que pesa uno más que otro, pero nunca hay lucha. No son elementos que aparezcan juntos muchas veces.

Kamosisa dijo...

Espero que no, pero la esperanza tiene el valor de lo efímero, mientras que la experiencia cada día ocupa más, es como la maldita grasa...