viernes, 25 de diciembre de 2009

zoo days

Hace 17 navidades la pantalla de mi televisor escupió el concierto Zoo TV de U2. El impacto fue devastador, como el efecto hongo de una bomba H. Partículas de mi personalidad se fundieron. Otras volaron en todas las direcciones. Neutrones adolescentes se chocaban, invirtiendo su giro. Protones de piel se erizaban como en un mar de estaño ardiendo. Las imágenes eran McLuhan en estado puro. La era del vacío llena de sí misma. El fin de la historia convertido en una parodia del tamaño de un estadio de fútbol. Bush y la guerra (ya entonces). La televisión sustituyendo a la realidad (el crimen perfecto). Europa como nueva utopía. Todos derretidos en una orgía de rayos catódicos y poesía de consumo entre el frenesí musical, los sampleados de canciones de otras bandas, los riffs de la guitarra de The Edge. Vida, amor líquidos. Reverberaciones. Hasta el fin del mundo. Efectos. Una lluvia de luces. Como una mosca ante un muro. VD Walls. I'm ready for the laughing gas... El futuro es una fantasía. It's so simple. Preparados para el gas hilarante. Bono como monarca de aquel imperio transitorio y relativo, con rincones para el amor.

De alguna forma, aquella gira irrepetible y fascinante describió el siglo XXI que se avecinaba, con sus contradicciones, con su esperanzas. Y le puso imágenes y sonidos a mis ensoñaciones.



- Ah, y este automóvil, que me encanta. El resplandor de las pantallas. Me fascinan las pantallas. El resplandor del capital cibernético. Qué radiante, qué seductor. No entiendo ni papa de todo esto.

Cosmópolis. Don De Lillo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Magnífico concierto aquel... I'm ready for the crush!!! que tiempos