He perdido, progresivamente, las ganas de salir por la noche. Imagino que será una cuestión, más que nada, laboral, de horarios, de ritmos de trabajo, de agotamiento físico. También creo que el sexo y la seducción se retiran cada vez más de la noche para agazaparse en los chats, en el ciberespacio y en las redes de amigos. Antes las barras -de bar- tenían un código: la mirada que celaba alguna promesa, pero ahora son más bien un catálogo de ausencias, o al menos lo son para mí. La noche me resulta cara y de garrafón. Pero eso nos salimos del circuito y nos montamos el botellón virtual de los contactos por internet, que son ubicuos, atemporales y a la carta.
Hoy llueve de forma dispersa, leve y como sin ganas. Es un día sin ganas. Pero yo tengo que trabajar, tenga o no ganas. Estaría bien que volviese el sol mañana, ir al Balneario, leer a Vila-Matas, dejar que la tarde se extinguiese entre los eucaliptos de la playa y el sol pausado y perezoso que se pone por Marbella. Y estaría bien terminar la noche con algún "alma del averno".
Bueno, os dejo con el vídeo de mi canción favorita de El Último de la Fila... Y tu ropa al sol.
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3 comentarios:
Keki, Where are you?
Kekichu: ayer te perdiste a J. cantando Aquarius en pleno cine al estilo Raphael. Y el video ochentero de la peli que vimos. Eras tu....!!!! Te queremos mucho
Sucede que a veces la vida mata
y te encuentras solo, y en este corazón no reciclable
se hunden petroleros desahuciados y sospechas.
... Pero sucede también que, sin saber cómo ni cuándo,
algo te eriza la piel y te rescata del naufragio.
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