lunes, 26 de mayo de 2008

Pasillos

El pasillo es el papel, y el azar es el texto. El pasillo vacío es como el folio en blanco: Una suerte de miedo a lo desconocido que contiene potencialmente al infinito. Así aprendí a ser periodista: observando los márgenes, deteniéndome en los paréntesis, sabiendo que la información que vale circula por debajo de la mesa, en los excusados y reservados, lejos de la sólida oficialidad de lo preestablecido.

Me encuentro a J, en virtud del azar, en uno de esos pasillos. Es una larga mañana ministerial, con ecos de grandes puertas, plúmbeo cielo velazqueño por la ventana, y ordenanzas solícitos de aburrimiento.

J, par a mí, unos 45 años, varón clásico y solterón, vestimenta de protocolo cara, verbo de conspirador palaciego, risa de cotilla real, andares de pavo encuadernado, picaresca torcida de consorte descreído, educación morigerada y ampulosa, mirada de zarzuela madrileña, niño de Chamberises y barquillos en verano, tardes de horchata y zapatos nuevos, me pregunta, al salir del despacho de un tierno compañero de trabajo, si emerjo del cuarto oscuro, a estas horas, tan tempranas. Tan de café con churros servidos por Goyo en la cafetería de los subsecretarios que comentan el pedrojotismo de todos los días. Y el comentario me despierta más que un cortado doble con anfetas, aderezado de redbull y Coca-cola.

Observado por lóbregos lienzos cuarteados que ponen rostros eternos, aun a costa de lo estético, a lo efímero de los cargos del poder, me digo que aquella paradoja entre noche y día, antro y Ministerio, sordidez y suntuosidad es el claroscuro tenebroso y brillante que mejor define Madrid.

Pero debo callar. Se acerca un ordenanza con paso de largo de tarde de lunes. Ah, el pasillo indiscreto, texto de nuestros días.

2 comentarios:

Ernesto dijo...

No se de qué me suena...Casi a diario tengo que tragar perlas de esas en mi trabajo. Precisamente de uno al que le baila demasiado la cadera diría yo. Me ha encantado esta entrada tío. Un beso wapo!!

Kamosisa dijo...

Te has hecho un blog... ya tengo otro sitio donde entrar por las mañanas! Bienvenido, nuevo argonauto.