jueves, 29 de marzo de 2007

Minerales

Según leo en "Nocilla Dream", de Agustín Fernández Mallo, hay un principio de Reversibilidad Universal según el cual todo aquello que no podemos ver o percibir tampoco puede vernos o percibirnos a nosotros. Según esa Ley cuya fórmula matemática desconozco, usted no podría estar viéndome ahora mismo. Por eso, la Ley no contempla a los isótopos que interactúan, a través de la red, con el mismo núcleo pero con distinto peso. La casa de los Kamosisas es un campo magnético, y el Kamosisa no es sino pura información, un fantasma compuesto por signos, ideas y vídeos del Youtube. Quiero ser Otro pero al final sólo configuro un Yo difuso, nómada, que se expande en rizomas sorprendentes e interconectados. Esto no es una ficción, sino un simulacro de la realidad invertida, y por tanto, irreversible. Bienvenidos al desierto de lo real, como diría Zizek, donde apenas hay un cactus virtual, un árbol de Josué maquínico, una carretera perdida en un desierto.

Me gustaría romper esta pantalla para verte, dejar de ser un cyborg, un mineral compuesto de HTML, quebrar las normas de la gravitación universal del World Wide Web y hacer real la Reversibilidad.

Porque, como Bruce,

I still belive that
Two hearts are better than one
Two hearts girl get the job done
Two hearts are better than one

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Corazón obscuro,
corazón con muros
corazón que se esconde,
corazón que está donde,
corazón en fuga,
herido de dudas de amor.

Estoy buscando melodía
para tener como llamarte
¿Quién fuera ruiseñor?
¿Quién fuera Lennon y McCartney,
Sindo Garay, Violeta, Chico Buarque?
¿Quién fuera tu trovador?

Silvio Rodríguez.

NoSurrender dijo...

Acabo de comprar en la FNAC una remesa, entre la que ha caído Nocilla Dream; aún no lo conozco bien.

Pero al tipo ese que canta sí le conozco bastante; con este aire y de ese mismo album,me gusta más aquella de "everybody's got a hungry heart"

Anónimo dijo...

Un yo siempre depende de la memoria, de la capacidad de autorreferenciarse en elecciones sucesivas. De la sposibilidades de olvido. Su máscara, Señor Ariadna, habla de integración y apocalipsis al mismo tiempo. (Inciso: las buenas máscaras o no significan o significan simultaneidad). Y supura esa cosa borgiana de la melancolía futura. (Ay, esto ya lo ví -y viví y bebí- en los ochenta: sombra aquí y sombra allá, maquíllate. Ahora sería "link aquí y cita allá, transgenérate, (bloguéate)
(deconstrúyete)(derrídate)...
pero no olvides que te estás situando). A diferencia de los ochenta, ahora hay guión. Exceso de guión a veces. Y, al contrario, fallan más los personajes porque acaban robándose y devorándose la otredad. Antes se vestían de vampiros. Ahora lo son. Ay, que a cierta edad hay cosas que ya se han visto.
Y muy tierno y dulce ese post anterior de la noche okupa. Por algún lado os rozaríais con mi fantasma de los 3 años, cuando aquello era un colegio de monjas y yo descubrí el sentido del ridículo.
PD: ¿Qué o quién eran los kamosisas o lo kamosisa? Ya he leído lo lacónico, sugerente y poético de su perfil. Ahora molaría ampliación de datos. Ya sabe, Sr. Ariadna, sin consenso no hay metáfora.

Kamosisa dijo...

Creo que es Lakoff el que vincula la metáfora al conocimiento: conocemos la realidad a través siempre de una máscara de la realidad... Si esto fuese verdad, el kamosisa es la metáfora de mi yo. O es una de esas metáforas, una máscara posible de un yo posible... Hay ampliación de datos personalizada. elytis9@hotmail.com por ahí podemos centrifugar algunas máscaras y hacernos un zumo con ellas. Consenso.