miércoles, 19 de noviembre de 2008

El escudo

Tenemos miles de evidencias para no creer en el futuro, y sin embargo, nos obstianamos incomprensiblemente en hacerlo. Da igual el compañero de instituto que murió en un accidente de moto a los 17 años, el cáncer que tiene tu tía, la crisis, o simplemente, la idea de la vejez. Delante de ti, sólo hay azar, y la certeza de que, el día menos pensado, esto se acaba.

El hombre comete la torpeza de someterse a dioses que no ve y a verdades que toca. Demagogia de barra de bar: Alguien se inventó el concepto liberador, la tierra prometida del "futuro", para que caigamos en la tentación de querer encontrarlo, mientras pagamos hipotecas, trabajamos como burros, y se consume nuestra vida.

Los punkis se zafaron: No future.

Por eso me gusta tanto enfangarme en la nostalgia, la enfermedad de la memoria. Es mi escudo frente a la farsa. Un rebozado de recuerdos reinventados, e imágenes revividas con más fantasía que precisión. Contra la fantasía del sistema, sólo podemos oponer la nuestra. El poder es siempre simbólico, y también la insumisión.

Por eso escrbimimos, desde Homero hasta Proust. Da igual que sea un blog o un trozo de papel. Para recuperar lo que nos pertenece y protegerlo de las garras del naufragio. Crear un escudo de palabras: pequeño, pero resitente. Tal vez, suficiente.

Coda: Negar el futuro como dogma vital, no implica ser un nihilista. El progreso, existe.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El futuro, en esencia, es el lugar al que biológicamente estamos adscritos. Si hay algo seguro en todo esto, es que la perpetuación genética es el único cometido que tenemos como seres vivos. El pasado, la nostalgia y la pasividad ante la fluctuación del tiempo hacia el futuro pueden ser un freno peligroso que se oponga a esa tendencia de la Naturaleza. Nosotros, como seres humanos evolucionados, tenemos la tarea de pensar en el futuro y hacer de él un lugar mejor, o al menos, más correcto...Por mucho que esas "evidencias" se interpongan en nuestro propósito.

En cualquier caso...buena entrada.

Kamosisa dijo...

Yo, lo único que propongo, es centrarnos en el presente. Que no conviertan nuestro optimismo en una forma de sometimiento!

Raquel Márquez dijo...

Sólo decirte que he leído un montón de entradas seguidas... Y mandarte un abrazo.