El elefante rosa, el peque, al que tanto quiero, y del que ya he hablado aquí otras veces, es uno de los creativos, -tal vez, el principal creativo-, de esta campaña de publicidad de Shackleton, donde es becario a sus 22 añitos, trabajo que completa con un empleo de fines de semana en un Starbucks.
Pensaba que sólo sus amigos disfrutaríamos de su sentido del humor surrealista y espontáneo. Desde que lo conocí, no ha dejado de sorprenderme. Le animé a que cogiese la beca en esta gran agencia. ¿Debo decir lo orgulloso que me siento de él?
domingo, 2 de noviembre de 2008
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