domingo, 10 de diciembre de 2006

La casa de los kamosisas

Empezar un blog, cuando ya tienes otro, es como empezar una nueva vida. Aunque en realidad, aquí escribiré yo. Me pongo una máscara para ser yo. Por eso aquí no pongo mi nombre, porque voy a contar verdades. Medias verdades, digamos. La técnica consiste en liberar a mi blog personal del tedioso mundo de lo íntimo, y lo dejo para lo oficial, para las verdades oficiales, para el yo visto y percibido por todos (y todas). Así, aquí, podré ser libre.

Pero empezar un blog, decía, es empezar una nueva vida, es inventarte un estilo, y el personaje que lleva mi nombre ya tenía uno. Aquel blog tiene una personalidad propia, un bagaje, unos asiduos. Me siento un poco traidor. Esta impostura perseguirá a "La casa de los kamosisas" para siempre. Será una casa habitadapor fantasmas. Pero no puedo dejar de invitaros.

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