Hoy adviene el otoño, con toda su tormenta purificadora. Y es un impulso hacia delante. Es una renovación. Y por tanto, también un
"Olvido.
Olvido porque ya soy viejo o ya soy joven:
he sido tantos alborotos
que ya soy viejo
he visto a tantos morir mi muerte
que ya soy joven
he servido a tantos príncipes
he ambicionado piedra he falsificado labios y he jadeado
no he faltado a la cita y ahora
ya no hay fuego en mi fuego
o todas mis mentiras son mentirosas
y sólo el cansancio me da vida
y sólo tocas mí cansancio
y ahora
hoy nada me duele y tú no me dueles"
Pedro Casariego, Tu mezquita y tu río, 1980.
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2 comentarios:
Precioso poema, muy otoñal.
Me gusta el verso "he servido a tantos príncipes..."
Gracias por este poema del no suficientemente reivindicado Pedro Casariego.
BEING BORING
Me alegro de que te haya gustado. Este es un otoño, según parece, muy otoñal.
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